Pues ya nos habría gustado hacerlo. Y quienes me conocéis, sabéis que lo habríamos intentado. Pero están las cosas como para ponerse a ordeñar.
Sin embargo, a estas maestras de infantil nos sale de dentro la manipulación, y todo lo que hagan nuestr@s chiquis, que les acerque al mundo real... pues será bienvenido.
El jueves teníamos la degustación de leche de oveja. Lo justo era que las ordeñáramos primero. Si ordeñar, como ya se ha dicho era un acto complicado... pues nos buscamos la vida para que "de alguna manera" llegue al alumnado.
Mónica que es más pinturera pintó una oveja en papel continuo negro. Luego la pegó en el patio de infantil. Quizá aquí tuvimos un "fallo" porque en la pared negra no pega nada. Intenté pegar posteriormente la ubre (hecha con un guante) y fue misión imposible. Quizá en el cristal habríamos perdido el factor sorpresa, pero tampoco pasó nada. Todo el mundo quería ayudar para aguantar las ubres sobre la ovejita.
Perdonad las imágenes tan mal encuadradas, pero una maestra con una sola mano y el móvil y 25 criaturitas... no da más de sí. Aún así, espero que os guste.
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