Educar es lo mismo que poner un motor a una barca, hay que medir, pensar, equilibrar, y poner todo en marcha. Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja, que esa barca, ese niño, esa niña, irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hacia islas lejanas. Gabriel Celaya

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martes, 30 de noviembre de 2021

COMPROBAMOS LAS HIPÓTESIS

 Como sabéis, hicimos un experimento durante nuestra semana confinados. Metimos en un recipiente con vinagre un hueso de pollo, a ver qué sucedía:

"Que va a explotar", "Que se deshace", "Que le saldrán burbujitas", "Se pondrá verde", "El hueso se va a poner blando", " Va a oler muy mal"...

Estas son algunas de las hipótesis que se dijeron.

Hoy lo hemos comprobado de primera mano. Además, en clase de Mónica pusieron los huesos también en agua.

Hemos visto lo que ha pasado con el hueso de Concha, el de Emma y los huesos que estaban en agua.

Los de agua, aparte de oler fatal, parecían huesos normales y corrientes

El de Emma parecía igual, pero en alguna zona parecía más blando.

El hueso que había guardado Concha estaba súper blando... y sí, había cambiado un poco de color, porque se había metido en un vinagre con un poco de color, vinagre de vino tinto.

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