Es una idea difícil de entender... como toda la materia podría estar condensada en un punto tan pequeño como la cabeza de un alfiler...
Este vídeo nos ha ayudado a entenderlo.
Pero nuestro experimento con plastilina, un globo y una aguja también.
Durante varios días, hemos ido haciendo pequeñas bolitas de plastilina de diferentes colores, blanca, roja, amarilla, lila, verde, azul claro, azul oscuro... las aplastábamos y las dejábamos como lentejas.
Lo íbamos guardando en una bolsa grande para utilizarlo más adelante.
Para hacerlo más rápido, Concha y María rellenaron tres globos (uno para cada mesa) de esas pequeñas lentejitas de plastilina.
Entre todos rellenamos el último globo.
María y Concha hincharon todos los globos y los anudaron para que no se saliera el aire.
En el globo amarillo podíamos ver más claramente que en los otros como las bolitas de plastilinas estaban apiñadas.
Si lo agitábamos, las bolitas chocaban con el globo. Toda la clase fue comprobando como se agitaban las bolitas. Cada mesa agitó su globo...
Por fin, mesa a mesa fuimos explotando los globos y vimos como quedaban esparcidas las bolas... y pudimos comenzar a juntarlas para crear bolas más grandes, que se asemejarían a los planetas.
Ha sido práctico, fácil y divertido.
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