Educar es lo mismo que poner un motor a una barca, hay que medir, pensar, equilibrar, y poner todo en marcha. Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja, que esa barca, ese niño, esa niña, irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hacia islas lejanas. Gabriel Celaya

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jueves, 1 de diciembre de 2022

HACEMOS DULCE DE MEMBRILLO

 Después de ver los frutos del otoño, hemos hecho nuestro juernes cocinero con un fruto de esta época, el membrillo. 

El tradicional y rico dulce de membrillo, o carne de membrillo como también se decía en mi familia, era un paso casi obligado para hacer en clase. 

Con la ayuda de la thermomix y en el comedor, para ir las dos clases juntas, hicimos este platillo que es sumamente sencillo. 500 g de membrillo pelado y troceado, un limón pelado y medio kilo de azúcar... Un poquito de tiempo y calor y listo.


Probamos el azúcar, olimos el limón y los membrillos y aprovechamos también para probar unas granadas que teníamos en nuestras mesas del otoño.




¡QUÉ BUENO!



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