En dos ocasiones, me he quedado a dormir en el colegio con mis magnífic@s chic@s cuando estaban en el curso de 5 años. En 2019 y en 2022.
Este año le tocaba a los niños y niñas de mi querida compañera María. Juntas compartimos por primera vez la experiencia de quedarnos en el colegio con niñ@s tan pequeñ@s.
Y el año pasado, fue una maravillosa ayuda al quedarse con Mónica y conmigo en nuestra acampada. Le prometí que le acompañaría en su acampada/despedida de 5 años y fue nuevamente, una experiencia fabulosa. Mamis y papis, dejadles ir si quieren o animadles a ir si no se atreven o tienen pocas ganas. Para ell@s es una experiencia única que les acompañará para siempre.
María, Reme y yo, junto con Ángela les recibimos en el pabellón donde colocamos las colchonetas para dormir cómodamente en sus sacos (la verdad es que con el calor que hizo, poco los usaron).
Pasamos la tarde entre juegos y risas, y después de presentarnos a sus mascotas nos fuimos a cenar. Un rato antes de la cena estuvo con nosotras nuestro compañero Juan.
Terminada la cena, el hecho de estar a oscuras pareció que provocaba las ganas de dormir, y una vez lavados los dientes y en pijama, tras el cuento de buenas noches que les contó María, poco a poco fueron cayendo en brazos de Morfeo.
Tengo que decir que fue un grupo buenísimo, los que tardaron en dormir no molestaron a sus compañer@s y eso es de agradecer.
Por la mañana nos costó mucho despertarles, pero la promesa de un rico desayuno de chocolate con churros hizo que todo fuera más fácil. Recoger los sacos fue costoso en algunos casos.
Tras un ratito más de juegos, las familias vinieron a recogerlos...
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