Si ayer me llevé una enorme sorpresa con el magnífico regalo de mis chiquis de este curso, hoy la sorpresa ha sido aún mayor. Todavía a estas horas estoy asimilándolo y sigo emocionada, y me emociono cuando lo recuerdo.
Resulta que esta mañana teníamos las elecciones al proyecto, y yo andaba un poco liada porque tenía que organizar la clase para ir a votar en orden y con las papeletas en mano.
Un momento antes de la hora entró la directora y me pidió que me saliera del aula por el patio... pero si tenemos que ir a votar, le dije... Pero no me dio opción.
Me pidió que no mirase y que me quedara a la otra parte del patio. Después de unos minutos me pidieron que entrara por la entrada lateral que da al pasillo y allí me quedé estupefacta.
A ambos lados estaban tod@s l@s alumn@s de infantil de este curso y sus maestras. Ángela me tomó de la mano y juntas avanzamos por el pasillo entre el aplauso y el cariño de l@s niñ@s hasta que llegamos a l@s de mi clase.
Cada un@ llevaba un clavel en la mano y empezaron a dármelo (tan asombrados como yo), al terminar esa fila, estaban el resto de mis compañeras, Reme y Paco.
Pero ya en el vestíbulo estaban puestos en dos filas mis niños y niñas de cursos anteriores... los de 1º a un lado y los de 4º a otro, tod@s ell@s con claveles que me iban dando y que yo recogía como en un sueño.
Realmente no sabía que hacer y dónde meterme, y más cuando me contaron que todo esto lo habían organizado sus familias. Además de las flores que se llevaron para traérmelas en un bonito ramo dentro de un jarrón, me regalaron unos pendientes de libélulas (la cuadratura del círculo después de haber estudiado los insectos), unas cerezas y una botella de cava extremeño.
Este día también, Alison y Kylie me regalaron un bonito bolso.
Y mi querida Gemma, mi paralela, me sorprendió con un Bimba y Lola auténtico, con todas las risas y el juego que esto nos había dado durante el curso.
En días anteriores, mi querida María, María H. como la solemos llamar, me había llevado unos pendientes y anillo que harán que la recuerde siempre, aunque el recuerdo no me lo darán las cosas, sino su amistad de estos años.
¡Qué afortunada soy! no tengo palabras para daros las gracias a tod@s. Os recordaré siempre y recordaré siempre este bonito día.
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