Tenemos un olivo plantado en el patio de infantil. Todos los años, al empezar el curso, las pequeñas olivas que están saliendo sucumben porque l@s niñ@s juegan con ellas y las arrancan.
Como este año queremos cuidar mucho las plantas, me propuse desde el primer día que el olivo fuese respetado. Mis compañeras en clase les dijeron que había que respetarlo, y a tod@s se les pidió que no arrancaran las aceitunas.
Poco a poco, las aceitunas empezaron a crecer, incluso a cambiar de color, había muchas aceitunas, tantas, que Isabel, la maestra de religión nos sugirió que las recolectáramos para luego endulzarlas y probarlas.
Como no acabábamos de ponernos de acuerdo para recogerlas, este lunes nos lanzamos a la recolecta los niños y niñas de 3 años B, pero les explicamos al resto el proceso que íbamos a seguir, y fuimos por cada clase mostrando como se rajan las aceitunas.
Ahora hay que tener paciencia y cambiarles el agua todos los días para guisar unas ricas aceitunas y probar próximamente un manjar.
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