A Carlos le habría tocado Doraemon antes de vacaciones de Navidad, pero estuvo enfermo y se fue pasando hasta llegar a Adriana... ahora tenemos que retornar, para no dejar a ningún niñ@ atrás.
¡Y por poco no le dejo atrás! porque se me olvidó dárselo a la salida.
Por suerte, sé dónde vive y se lo pude llevar a tiempo.
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