Antes de la pandemia, cuando se hacía la graduación de forma "normal", se invitaba a los cursos de 3 y 4 años a la parte lúdica. Luego cuando venía la parte "más formal" se iban y se quedaban solo las familias.
Este año no lo hemos podido hacer así, ya que en el pabellón hacía muchísimo calor y no nos pareció oportuno jugar con la suerte y que algún niñ@ o adulto sufriera un golpe de calor.
Por eso, el último día, en el porche de la entrada, hemos vuelto a revivir esa parte tan bonita y festiva de nuestra graduación para compartirla con todos los compañeros y compañeras de infantil. Eso sí, con ropa habitual, no con el polo blanco y el vaquero.
Y ha salido genial, como no podía ser menos.
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